Dicen que soy un hombre muy popular en el pueblo. Estoy muy orgullo de haber nacido en San Juan de Aznalfarache, en la calle Álvarez Quintero y con casi un año de vida nos trasladamos padres y hermanos a la casa donde vivo actualmente, es un pequeño refugio, es una casa de campo en medio de un pueblo urbano.

Mi infancia fue muy feliz, ya que vivía en el campo, mi padre tenía un huerto y animales de granjas. Recuerdo la antigua vía del tren de Cala que pasaba por el actual parque de los Pitufos, aquí había un apeadero ya que el tren trasladaba viajeros y los minerales de la mina de Cala. Recuerdo que al final de actual parque de los Pitufos existían unas chozas donde habitaban algunas familias y las mujeres le pedían que las ayudaran a bajar o subir los mandados y distintos bultos.

Cuando era joven conocí a Ana, mi esposa, la hermana de un gran amigo mío. De novios paseábamos por la calle Real del Pueblo desde el antiguo Cuartel de la Guardia Civil hasta el popular bar Esquina Cortes. Recuerdo que a las chicas les hacían muchas travesuras como tirarle el merengue de la milhojas.

Cuando nos casaron nos quedamos a vivir en su casa, aquí hemos vivido toda nuestra vida y tuvimos tres hijos. Recuerdo las comidas que se hacían con los familiares y amigos. En su casa sigue teniendo algunos árboles frutales, un pequeño huerto y animales.

He visto como ha crecido San Juan e incluso he llegado a trabajar en la construcción de la popular barriada de la Cooperativa. Ahora disfruto de mi jubilación, pero fui un hombre muy trabajador. Siendo muy joven estuve sembrando arroz en el municipio de Isla Mayor, posteriormente en Talleres Velázquez en arreglos de barcos. Pero por lo que es tan popular en el pueblo fue por su trabajo como guarda y cuidador del Parque de los Pitufos, en el cual en los años 80 había un pequeño zoológico dónde hubo leones, tigres, ciervos, cabras enanas, patos, un pavo real, monos estos se reprodujeron y al primer mono le pusieron Bienvenido. El recuerda con gran cariño los 10 años que estuvo trabajando en el parque.

Aun teniendo 74 años sigo haciendo mis compras y mandados con mi carro de madera.